Tips sobre cómo bañar a un bebé recién nacido

El baño del bebé es un momento muy íntimo entre los papás y su pequeño, hace que se formen vínculos y se crea una especie de oasis entre el ajetreo que trae consigo el nuevo miembro de la familia.

Este momento proporciona calma en casa, solicita hacer una pausa en el día, poner la máxima atención, olvidarse de distracciones y colocar toda la delicadeza y el cariño posible sobre tu pequeño.

Se trata de un rato de relajación para ambos, donde el bebé disfruta del tacto de tus manos y de la calidez del agua templada y tu disfrutas de tu pequeño, mimándolo y aseándolo.

Aunque este momento trae consigo muchos beneficios y calma, también es cierto que es una de las actividades que más preguntas suscitan a los papás.

En este post te contamos todo lo que necesitas saber para sentirte preparado a la hora de bañar bebé recién nacido.

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¿Cuál es el mejor momento del día para bañar a tu pequeño?

Sin duda, el mejor momento del día para bañar a tu bebé es la noche, justo antes de la última toma.

El baño relajará a tu bebé, por lo que no solo comerá más cantidad de manera más relajada, sino que le ayudará a conciliar mejor el sueño y dormir mucho más tiempo seguido.

Muchos papás se preguntan si es recomendable bañar bebé después de comer, y lo cierto es que los expertos recomiendan esperar al menos entre 30 minutos y 1 hora antes del chapuzón.

Sobre todo, si la comida ha sido muy abundante y tu bebé está lleno y con ganas de descansar.

Ya que puede ocurrir que tu bebé no se sienta cómodo y el momento del baño sea un poco traumático y exaltado para ambos.

¿Cuándo puedo bañar por primera vez en casa a mi bebé?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer baño del bebé debe hacerse pasadas las primeras 24 horas desde el nacimiento.

Esto es porque el baño puede provocar una alteración en la temperatura corporal del recién nacido, provocándole estrés e incluso hipotermia.

Sufrir estrés puede traer consigo una brusca bajada del azúcar, pudiendo desembocaren hipoglucemia prematura.

Otra de las razones que en antaño no se tenían en cuenta, es el vínculo que se forma durante las primeras horas de vida entre la mamá y su bebé.

A menudo, el bebé recién nacido era alumbrado y directamente se le procedían a hacer las pruebas necesarias para su salud, además del primer aseo.

Sin embargo, actualmente, y por suerte cada ve más, al vínculo mamá – bebé y al contacto piel con piel, se le da mucha más importancia y atención.

Esto no solo consolida y beneficia el lazo entre madre e hijo, sino que puede incluso influir en el éxito de la lactancia temprana.

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Otros motivos aparte, por los que la OMS recomienda no bañar al bebé durante sus primeras horas de vida, son el posible desarrollo de irritaciones y eccemas en su delicada piel.

La piel de los bebés, mientras permanecen en el útero y cuando nacen, se recubre por una capa blanquecina y viscosa llamada vérnix caseosa.

Ésta protege su piel y la hidrata y, retirarla tempranamente, puede provocar ciertas irritaciones e incluso fomentar dolencias cutáneas de por vida.

¿Cómo bañar a tu bebé recién nacido? Pasos y consejos

Te contamos los pasos y te damos los consejos necesarios para que sepas cómo debes asear a tu pequeño bebé.

Una de las preguntas más frecuentes es con qué frecuencia bañar al recién nacido, los médicos siempre recomiendan una media de 3 veces a la semana.

La piel del bebé no transpira de la misma manera que la de un adulto, por lo que la sudoración no le daña.

Además, nuestro bebé no se ensuciará tanto como para necesitar un baño completo a diario, evitaremos así que su piel se resienta.

Aplicaremos baños de esponja para bebés hasta el momento en que la herida del cordón umbilical cicatrice.

Un baño de esponja es igual que un baño normal, pero sin sumergir a nuestro pequeño en el agua. Con una esponja con jabón vamos aseando todo el cuerpo y enjuagando después.

Lo primero que deberemos hacer es colocar al bebé en una posición cómoda tanto para él como para nosotros y mantendremos su cabeza sujeta.

Primero asearemos su carita, después el resto del cuerpo y, por último, la zona del pañal.

Los primeros baños deben ser breves y delicados, tan breves como sea posible, incidiendo en el secado, pues la piel del bebé debe quedar totalmente seca.

Mantener la estancia y el agua a una temperatura adecuada hará que la experiencia del baño sea relajante y confortable para ambos.

Si te quedan dudas sobre cómo asear a tu bebé, no dudes en contactarnos; te ayudaremos encantados.

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